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Soy mi cielo, soy mi rio, soy yo aire, soy fragancia. Esta tarde se ha vuelto el aire como perfume azul de otro sueño

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domingo, 25 de abril de 2010

DE LA SERIE: CARTAS HACIA OTROS CIELOS





Carta a G. y H.

Se me detienen las horas cuando escribo, y me hago espacio desbordado, maestro y amigo, gracias por desnudar mi espíritu, perdona el pudor que me embarga, y la sensación de fragilidad que me hace brotar lagrimas al saber que me han leído los silencios.
¿Cómo decirte? cuando veo estas pequeñas letras que surgen espontáneas, y pienso en el poder que ellas nos otorgan y el valor que poseen, los mundos que se otean a partir de la imagen que nos sugieren, cuando se avizoran a lo lejos y casi con timidez pero con firme certeza y nos muestran el paisaje de todos los posibles.
Cuando las tejo como la araña hace su tela, me siento un dios abriendo paso al manantial de la vida, y me hacen saber humana al no encontrarlas a veces. Y entonces me cobijo con ellas, y tejo como lo hacía mi nonna con hilos de lana, y luego mi madre, una frazada de sueños.
Observarlas juntas transmutando un mundo construyendo un universo, me hace azul y me transporta en un espacio lúdico otorgándome poder divino, pero que divino poder me embarga cuando el saberme humana observo de mis limites y me arriesgo a traspasarlos. La palabra me hace saber que terrible sería ser dioses y nunca haber sido humana para poder tejer frazadas de esperanzas.
El todo y la nada, que cada una encierra, y al juntarlas, ellas dócilmente se acoplan en un gesto cómplice, confidencialmente se asocian sin importarle si hasta hace un instante eran perfectas desconocidas y una llama a la otra en simbiosis armónica para crear un mundo.
Se que no caerán en el vacío estas voces que junto para enviarte con un sonido hecho de celestes, ni se volverán semilla estéril. Por eso te las digo.
No has dejado de volar cometas, y te detienes a contemplar la luna que dentro de ti habita, para eso tienes la sensibilidad del hacedor de historias y la magia del cuenta cuentos, tienes el don del dar y la capacidad de recibir y es por esto que he querido desde mi propio cielo y en encuentro onírico, tocar la puerta del tuyo donde habitas con H…. y visitarte.
Tú y él que son almas gemelas, sus espíritus poetas no desconocen que he llenado de otras esperanzas mi camino, y no le concedo a mi andar el valor de meta pues aborrezco los limites, me he nombrado una poeta de a pie, y camino sobre senderos frágiles y etéreos y en mi universo azul y transparencias, doy pasos hechos de palabras para crear mis propios mundos. Soy caminante, que recorre sus senderos , pretendiendo quedarse en cada espacio que anda, sin dejar de andar todos los mundos posibles,y no me quedo en uno, sino en todos esos rostros que guardas, donde tú y H…. reposan las horas de sus sueños y son prisma donde la fuerza del espíritu y fragilidad humana se desposan, y de este modo, sin estar contigo y H…. y en una nave espacial hecha de azules, me marcho quedándome.
Y me quedo andando, en un pasar eterno y sin fronteras.

Abril 2010

Anna Fioravanti


Imagen: Autora Anna Fioravanti
Tintas sobre papel

Dedicatoria

A mi madre, luna plateada,que alumbra mi cielo cuando se oscurece.

este cielo

Este cielo
es solo un pedestal de luna
que cuando llueve
todo es poseído.

Como en un espejo claro
yo puedo andar este cielo invertido
con mi cara entre luz y espejo

En el punto horizontal del infinito,
donde tierra y espacio juegan con las pupilas,
y las retinas se impregnan de lejanía,
allí detuve mis pasos,
miré la distancia,
y vi
lo que otros me han dicho se llama
celeste.
Para escuchar y soñar
la noche
se detiene de espaldas.

Y en las horas cavernarias,
en un festín de estrellas
las sombras huelen a furor,
a río que suena,
a escarabajos,
a cazadores de miradas perdidas.

11-02-05