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Soy mi cielo, soy mi rio, soy yo aire, soy fragancia. Esta tarde se ha vuelto el aire como perfume azul de otro sueño

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viernes, 28 de mayo de 2010

Para llegar hasta ti


Para llegar hasta ti,
imaginé melodías en el espacio.

De tu poblada soledad
hice un jardín suspendido.

La voz se me fue por el mar
quimera tras quimera.

Abrigada por tanto cielo,
en el horizonte,

como el mar,

te desvaneces.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Gioconda y mis alas


Y las alas llegan.

Vienen
galopando distancias,
en la herida azul del horizonte.

Sobre el miedo
revientan las cigarras.

Gioconda,
atardecida,
cubre su sonrisa
con mis alas,
y
escucha el gemido del viento.

Y de cada grito,
después de caer la lluvia
dejará escapar
libélulas del alba.

Imagen: Fotografía de Anna Fioravanti

domingo, 23 de mayo de 2010

PARTITURA EN DOS TIEMPOS


Cabriales y yo



Cabriales y yo

Repujada en el sol
lo enlazaré a mis ojos
Para hundirme en la voz de las cigarras.

Mi piel se hará de agua
musgosa entre las piedras.
Inmóvil
en el verdor de la tierra

La palabra

Galopará cayenas
y enlazará mis aguas
a la orilla del tiempo.

Imagen: Anna fioravanti
Cabriales y yo
2010
Fotografía

miércoles, 12 de mayo de 2010

ANTES DE LA LLUVIA


Entre las ramas de los pinos de mi jardín, ha llegado un gnomo de los árboles. Se esconde, inmóvil entre las ramas.
Esta mañana, al asomarme a la ventana como hago siempre, para llenarme los sentidos de vida matutina, vi sus botas transparentes. Estaba allí, inmóvil, los brazos extendidos para aferrarse a la trinitaria amiga de mis pinos. No se ha movido en toda la mañana, allí está ahora, quieto y etéreo para permitirme ver a través de sus limites un cielo algo gris amenazando lluvia.
No sabe que lo veo, aquí donde me encuentro, mimetizada a mi vez tras los cristales de mi gran ventana, inmóvil él, inmóvil yo. Ni él ni yo queremos espantarnos. Él no se mueve, yo no me muevo, pero no dejo de mirarlo mientras escribo.
Un pájaro azul, pasó a través de su panza, y él no se ha inmutado, sigue quieto, afincado sobre una endeble rama.
Que no venga el viento y se lo lleve. Una llovizna dulce cae y moja sus botas. Mientras él resiste al viento y a la lluvia, yo escribo.
Ha parado de llover. Y la lluvia ha desatado las botas de mi gnomo de los árboles. Pero sobre la tierra, abajo, donde antes estuviera inmóvil, me ha dejado un lecho de jazmines. Y un mágico olor a tierra mojada.

miércoles, 5 de mayo de 2010

DE LA SERIE CARTAS HACIA OTROS CIELOS



Me declaro un souvenir de mis propias guerras, para saber que vivo.

Me he detenido ante el cristal de mis poemas frágiles, he mirado la imagen en el cristal, y el reflejo me ha mostrado mis límites.

Y se hace urgencia buscar mis puertos de siempre, no por ser aguas tranquilas, sino por ser parte de este mar que es mi propia memoria. Tengo a mi diestra libros de poemas, los de cada día, los que me hablan entre mis azules, los que me acompañan la caminata de pies descalzos y le ponen alas.
Y me he puesto a leer a Palomares, y, me he puesto a volar con el Sol para beberme la leche del cielo, y he buscado el Noche para bañarme con luz de estrellas, y con sus gallinas azules y mimetizarme en la luna de Chagall. Y me he metido en las cajas de Abreu colgándome como sábana ondeante a sus pinzas para no dejarme caer.
Me declaro un souvenir de mis propias guerras, para saber que vivo, me hace sentir ligera la tierra bajo mis pasos, y poco a poco remonto el vuelo, confiada entre terrenos que me son propios, he buscado a Luz Machado para sentirme parte de “La casa por dentro”, y mi rayado libro de Rafael Alberti para sentirme abrigada en sus versos sueltos de cada día.

Viajes alados, mariposa o no, siempre el azul para aliviarme la vida para sentirme parte de la locura de creer que estoy cuerda y saber que estoy viva.
Pero, no he roto los pétalos de mi flor de versos frágiles que me miran en su transparencia, quedarán allí, hasta que descubra que me hicieron buscarlas. Un día, no se cuando, un día, encontraré las alas que me lleven a su centro.

Mientras, mantendré vivas con mis poemas mis flores frágiles, sin detener mis pasos hasta encontrar mis alas.

Dedicatoria

A mi madre, luna plateada,que alumbra mi cielo cuando se oscurece.

este cielo

Este cielo
es solo un pedestal de luna
que cuando llueve
todo es poseído.

Como en un espejo claro
yo puedo andar este cielo invertido
con mi cara entre luz y espejo

En el punto horizontal del infinito,
donde tierra y espacio juegan con las pupilas,
y las retinas se impregnan de lejanía,
allí detuve mis pasos,
miré la distancia,
y vi
lo que otros me han dicho se llama
celeste.
Para escuchar y soñar
la noche
se detiene de espaldas.

Y en las horas cavernarias,
en un festín de estrellas
las sombras huelen a furor,
a río que suena,
a escarabajos,
a cazadores de miradas perdidas.

11-02-05