
Desde hoy,
caminaré
en el sendero del medio.
Comenzaré a caminar con pasos de tortuga,
y entraré en mi caparazón
si el ruido me estorba.
Caminaré al son de mi memoria
y al compás de mis esperanzas.
Iré despacio, porque el tiempo no existe más que en mis fronteras.
Hoy,
haré caso omiso a las voces que predican.
Tantos predicadores confunden el silencio,
y el silencio es el único camino a la verdad desnuda.
Hoy,
he decidido ir despacio,
muy despacio.
Siempre, el tiempo...nos alcanza
Ni un instante más será nuestro
Ni uno menos,
Si no nos pertenece.
Mi lucha,
no será de guerras,
sino de horizontes,
Y para eso,
hay que vivir como se predica.
P.S.:
Ángel de mi guarda,
Dulce compañía,
Aléjame del ruido
De la desarmonía.
Amén.
Anna Fioravanti